Lo que se repite, persiste


Lo que se repite, persiste

La pieza de la semana

La versión que se repite

Dicen que somos lo que hacemos repetidamente. Más allá de esa verdad, hay una verdad un tris incómoda: no solo repetimos lo que elegimos conscientemente. También repetimos lo que nunca cuestionamos.

Un gesto que se volvió hábito. Una respuesta automática. Una creencia vieja que ya no encaja.

Y todo eso, al repetirse, toma fuerza. Como una gota sobre piedra: imperceptible al principio, transformadora al final.

La persistencia no solamente crea caminos, los deshace. Por eso, esta semana te invito a mirar detenidamente lo que estás repitiendo… y si vale la pena seguir haciéndolo.

Conexiones inesperadas

No todo lo que encaja es para ti.

En El rompecabezas de lo que no existe hablo del peligro de armar tu vida con piezas que parecen encajar, pero no son tuyas.

Muchas veces repetimos decisiones, ritmos, hábitos… solo porque alguna vez funcionaron o porque queremos imitar a otros, porque al alguien hacerlo nos parece que debemos...replicarlo, perpetuarlo, cuando quizás nuestra tarea es detenerlo.

Hasta que un día algo no cuadra, y lo que parecía una rutina se revela como una trampa.

Este es ese momento incómodo en el que te preguntas: ¿Esto que repito me representa o me retiene? Ahí es cuando tu rompecabezas es verdaderamente, tuyo.

Caja de herramientas

Una auditoría de hábitos silenciososHoy te propongo un ejercicio sencillo y profundo:

Toma papel y lápiz.

Escribe tres cosas que repites todos los días, casi sin pensar. (Ejemplo: cómo empiezas la mañana, cómo respondes al estrés, cómo hablas de ti ante otros.)

Para cada una, responde: a. ¿Esto me fortalece o me debilita? b. ¿Esto lo elijo o lo arrastro?

No necesitas cambiarlo todo, solamente ser consciente. La mayoría de las veces, el mayor cambio empieza por ver lo que antes pasabas por alto.

¿Quieres explorar más herramientas prácticas relacionadas con este tema? Descúbrelas en mi más reciente libro.