Lo que dejas cuando te vas
En mi libro, en la pieza 3 Nadie sabe para quién trabaja, invito a mis lectores a reconocer algo esencial: la longevidad laboral ya no se mide en años, sino en vínculos y relaciones. Tu nombre siempre te precede, y por eso es vital cuidar lo que haces, cómo lo haces, y para qué lo haces.
El libro nos muestra que construir una carrera sólida no es cuestión de títulos ni de cargos, sino de pequeñas acciones sostenidas en el tiempo. Dar crédito a otros, decir “lo reviso” en lugar de “eso no se puede”, o simplemente escuchar antes de opinar, son formas silenciosas —y poderosas— de tallar tu nombre en positivo.
Tu nombre es tu firma en el mundo profesional. No se trata de ser perfecto, se trata de ser confiable, y más que eso, una palabra del inglés que me encanta "accountable", más hoy cuando eso cada día es menos visible. Empieza por comprender que estás dejando una huella, incluso sin darte cuenta.
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